El aroma del café lojano también se percibe en EUA

Carlos Jaramillo fundó su negocio El Tostador en Cuenca, en 1996. La producción se realiza en Loja y comercializa USD 5 300 mensuales.

En la esquina de la Plaza de las Flores, en el Centro Histórico de Cuenca, hay dos aromas persistentes. El primero y el más popular, sin duda, es el de las rosas, gerberas, margaritas, orquídeas, crisantemos y otras flores que una veintena de mujeres vende en las afueras de claustro de El Carmen.

Solo un olor puede competir con ese: el aroma del café lojano. A cincuenta metros de esa plaza, Carlos Jaramillo tiene su local de El Tostador, donde vende café de Catamayo (Loja) tostado y molido.

El café se cultiva en fincas, en el cantón Catamayo (o La Toma), en la provincia de Loja, explica Jaramillo, quien es oriundo de ese cantón. Su padre, Héctor, lo cosecha desde que él tiene uso de razón.

Lo curioso es que ese aroma no proviene del tostado o molido del café, sino del almacenamiento de un poco de café en grano. “En Catamayo el aroma se impregna a la ropa”, dice Jaramillo.

Así que el aroma es una suerte de estrategia de venta. Una estrategia que se le ideó Carlos Jaramillo en 1996, cuando llegó a Cuenca de visita. En ese paseo percibió que su café tenía opciones, pues hasta esa época solo se vendía en Loja.

Consiguió en el banco 500 000 sucres (unos USD 200 esa época); compró una máquina de moler e instaló un pequeño punto de venta de café para filtrar, en el Centro Histórico cuencano. En esa época vendía unas 100 libras mensuales.

En 1996 se mudó al local actual y allí multiplicó esas cifras. Actualmente vende 2 000 libras mensuales, eso incluye 500 libras que van a EE.UU. Eso representa unos USD 5 300 mensuales.

Allí su café se vende en cafeterías y restaurantes. El proceso de exportación demoró casi dos años, pero ahora el empaque y el producto están certificados por la FDA (Federación de Alimentos) y eso facilita su acceso a otros mercados en ese país.

El objetivo, explica Jaramillo, es producir más de 5 000 libras mensuales de café. Además de lo que se exporta, este se vende en Cuenca, Loja y desde la semana pasado en un nuevo local inaugurado en el centro de Azogues (Cañar).

Uno de sus clientes es Danilo Miño, integrante del dúo Miño Naranjo. Según el artista, el café de El Tostador “es uno de los mejores que ha probado”, por eso no pierde oportunidad para comprarlo cada que visita Cuenca. Lo hace para su consumo personal y para enviarlo a sus cinco hijos radicados en EE.UU.

El café de El Tostador es el que sirven en la cafetería de El Dorado Hotel, en Frutilados y en el restaurante Raymipamba, ubicado junto a la Catedral La Inmaculada. Según su propietario, Freddy Álvarez, las compras mensuales superan las 100 libras y se las hace desde hace 10 años. El aroma y el sabor de esta café son sus fortalezas, dice Álvarez.

Los cultivos en Loja

Café de aroma.| La variedad que vende El Tostador se llama café arábigo de altura y se cosecha sobre los 1 300 metros sobre el nivel del mar.
Los proveedores.| Parte del café que vende El Tostador se adquiere en grano a productores de los cantones de Chaguarpamba, Olmedo, Alamor y Catamayo (Loja). La planta de tostado está en este último.

Fuente: Revista Líderes. 22/11/10